Tratamiento y purificación para el agua de piscina
En la purificación del agua para piscina se ha venido utilizando hasta ahora el cloro como principal
elemento biocida, bien sea en presentación comercial líquida (hipoclorito de sodio) o en forma sólida
(pastillas o granulados), procedimiento que ha quedado anticuado y en desuso por los problemas que
este tratamiento acarrea.
La aplicación del cloro como único bactericida en las piscinas acarrea una serie de inconvenientes
como irritación en ojos y vías respiratorias, afecciones en la piel por irritación, pero lo realmente
preocupante es que el uso de cloro en el agua de nuestra piscina produce como residuo las cloraminas,
estas realmente son muy malas para la salud de las personas y sobre todo para los niños ya que tienden
a tragar el agua de la piscina.
Ejemplos del Ozono en el agua de piscinas:
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Al inyectar OZONO en el agua enriquecemos de oxígeno; sin necesidad de robar este elemento como
ocurría con el cloro.
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Una dosificación excesiva de OZONO no es perjudicial. Sin embargo nos dará una completa garantía
de esterilidad del agua.
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Dados los poderes curativos del OZONO es ideal para aquellas personas que tengan afecciones de piel,
por ejemplo, eczemas.
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Da al agua una coloración real, azulada y no da lugar a la formación de productos capaces de irritar
mucosas, ojos, etc.
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Elimina completamente posibilidades de contagios.
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Elimina los residuos disueltos en el agua como las cloraminas, o los agroquímicos.
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Basta decir que en piscinas de rehabilitación se aplica el OZONO como el mejor esterilizante con
resultados excepcionales.